Con sus más de 25,000 especies registradas las Orquídeas son consideradas dentro del mundo floral, la flor más evolucionada, pues desde la mirada antroposófica se habla que es una flor que quiere humanizarse.
Es una flor con un gran poder rejuvenecedor. La Orquídea posee una molécula de longevidad que aumenta la resistencia natural de las células, actuando sobre la piel como un potente antiinflamatorio.
Las Orquídeas además de su inigualable belleza, protegen y potencializan la inmunidad de la piel, aporta suavidad, ayuda con manchas y cicatrices en la piel. También esta flor repara los daños que ocasionan los radicales libres y regenera los tejidos. Asimismo, contiene vitaminas y minerales como: calcio, hierro, magnesio, zinc y cobre, que cuidan la piel de adentro hacia fuera.
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